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Si hay un lugar en Madrid donde enamorarse, ese lugar es el Jardín de El Capricho. A las afueras de la villa, junto a la Alameda de Osuna, se ubica este jardín con tintes románticos. Con espacios italianos, afrancesados y pictoricistas propios del paisajismo inglés del siglo XIX, el parque nos atrae y envuelve. Su atmosfera perturbadora y dinámica desarrolla en nosotros diversas experiencias de permanencia del lugar. Mientras los espacios clasicistas nos dan la bienvenida, el gran paseo nos acompaña a través de un paisaje italiano en el que los altos cipreses sempervirens no cesan en su empeño de recordarnos quienes son los verdaderos dueños del lugar. Son poderosos y nosotros no pertenecemos a esa escala, ajena y exuberante. Escenario poético dónde agua y cielo se conecta a través de masas vegetales testigos de un pasado tortuoso.

El jardín se erigió en un proceso que, aunque como todo jardín podríamos decir inacabado, la historia cuenta que su construcción duró más de cincuenta años. Concretamente desde 1787, hasta 1839. Su Mecenas, María Josefa Pimentel, duquesa de Osuna (1752–1834) encargó el proyecto al arquitecto francés Jean-Baptiste Mulot.

Jardín-parque, parque-jardín que desdibuja el límite, diluyéndose en un paisaje construido con maleza, cercis, castaños de indias y tilos. Ardillas, patos y cisnes hacen suyo un lugar en el que la naturaleza ha reconstruido de una forma artificiosa y genial una porción del Edén mediterráneo.

Si estáis en Madrid no olvidéis perderos por el, quizás os encontréis.

Horario de Visita del Jardín El Capricho.

Del 1 de octubre al 31 de marzo sábados, domingos y festivos de 9 a 18:30 horas.
Del 1 de abril al 30 de septiembre sábados, domingos y festivos de 9 a 21 horas.

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