Hace unas semanas, en la entrevista que El blog del sofá me realizó, me pedían que compartiera con vosotros pequeñas claves sobre como enfrentarse a la tarea de diseñar algo tan personal como es Tú Jardín.
Por ello, durante estas semanas voy a compartir con vosotros reflexiones y consejos para que podáis organizar un espacio exterior acorde a vuestras exigencias, ya sea en una vivienda unifamiliar, terraza, ático o una pequeña galería. Todo rincón es bueno para empezar a trabajar en nuestro jardín.
Voy a empezar hablando de dos conceptos imprescindibles y dos ejemplos de jardines contrapuestos. La idea es que aun existiendo diversos modelos de jardines, podáis adquirir estrategias para reflexionar sobre ellos entendiendo que cualidades aportan cada al proyecto de paisajismo.
Para ello, como os decía, es imprescindible entender que:
- Todo proyecto de jardín necesita de un proyecto global. Aunque se construya en varios años, surjan pequeñas modificaciones o aparezcan cambios en el proyecto inicial.
- El diseño de un jardín parte de uno o varios conceptos en los que el paisaje y su relación con el medio que le rodea, la plasticidad, los matices, sentidos o escenografías determinan como actuar sobre él. Para ello hay que educar los sentidos para descifrar que nos aporta cada tipología a la hora de habitar el jardín.
En este caso he elegido dos tipologías muy distintas, El jardín de vivaces y el “Carmen” granadino como paradigma del jardín mediterráneo.
Los jardines de perennes son jardines de prado seco y planta vivaz que trabajan con la sutil idea del paisaje natural como jardín autónomo. Nos hablan de jardines silvestres en los que la naturaleza es más bella cuando menos se le manipula, cuanto menos se le domina. Aunque lo cierto es que son jardines que precisan el mimo y el cuidado de un maestro jardinero que entienda la planta y su relación con el resto de jardín. En este sentido diseñar un jardín de perennes no consiste exclusivamente en la elección y plantación de las especies, sino que conlleva un riguroso cuidado durante todo el año. Sé que existen numerosos prados secos con un cuidado casi inexistentes, pero cuando hablamos del jardín privado y de una selección de perennes interesante, el cuidado intensivo desde mi punto de vista es imprescindible.
En cambio el jardín mediterráneo se configura de forma distinta. Más allá de la elección de la planta, sus cuidados o el clima, lo que de verdad diferencia un tipo de jardín de otro, es el concepto de paisaje construido vs paisaje introducido. El jardín mediterráneo se ha caracterizado históricamente por un jardín manipulado que ha construido una nueva escenografía dentro de la vivienda. Son jardines en los que los elementos principales, como puede ser el uso de láminas de agua, fuentes, árboles de sombra, aromas, etc. tienen la función de mejorar la habitabilidad del espacio, creado en ocasiones atmósferas sutiles entre el interior y el exterior. El paradigma de este tipo de jardines lo tenemos en los Carmenes, jardines que sitúan su vegetación en los límites, creando espacios de sombra y térmicamente agradables, en donde parterres de arbustos más o menos recortados, geometrías lógicas y el uso de elementos artificiales configuran una escenografía nueva. Por el contrario el jardín de perennes funciona como un recorte de paisaje autóctono e introduce la naturaleza circundante en el hogar. Son jardines autónomos, que aun siendo artificiales pretenden mantener la esencia de lo natural como bello. Como es lógico estos jardines también se configuran alrededor de parterres y geometrías, pero su manera de relacionarse con el paisaje es diferente. La mirada es otra.
A mi modo de ver, leer cada tipología y entender como funcionan, es la primera herramienta de proyecto para diseñar un jardín complejo e interesante.
