Skip to main content

Ayer, Espacios vivos abría un debate muy interesante en su página de Facebook. Se preguntaba si el jardín vertical de Caixa fórum era o no sostenible. Lo ilustraba con una imagen llamativa que no solo mostraba las labores de re-plantación, sino que nos daba pistas sobre el interés de ese jardín más allá del objeto individual.

Así que no he podido remediarlo y me he acercado para verlo con mis ojos y contaros mi opinión sobre el jardín vertical de Patrick Blanc.

Foto de la obras de reparacion del Jardin de Caixaforum, David Jimenez

Edificio, plaza pública y medianera.

Entonces… ¿es o no sostenible?

Lo cierto es que es tan sostenible como la mayoría de los jardines verticales. Hay que tener en cuenta que este tipo de soluciones están llenas de inconvenientes, especialmente cara a su mantenimiento. Si el futuro desarrollo de la planta, el correcto dimensionamiento del riego y el control de las plagas es algo básico para el cuidado de cualquier jardín, en los jardines verticales se vuelven aspectos críticos. Un mal proyecto de riego puede provocar un desarrollo excesivo de algunas plantas o la transmisión de plagas a otras aun distando metros entre ellas. Además al ser un plano vertical, las plantas inferiores pueden recibir más agua que las superiores con el posible riesgo de encharcamiento, podredumbre o enfermedades. Todas estas razones y especialmente la foto en la que se aprecia como desmontan un jardín para seguidamente volver a plantarlo, puede hacernos pensar que el capricho del muro verde sale caro. Siempre que pensemos que es un simple muro verde.

En ocasiones hay obras de arquitectura que marcan la trayectoria de un arquitecto. Le pasó a Gehry con el proyecto de su vivienda en Santa Mónica o a Toyo Ito con la Mediateca de Sendai. Obviamente Frank Gehry o Toyo Ito, ya eran Frank Gehry o Toyo Ito antes de estos proyectos pero no es menos cierto que fueron puntos de inflexión en su discurso.

En este sentido, CaixaForum se muestra como una declaración de intenciones en la obra de Herzog & de Meuron. El proyecto nos propone una escenografía arquitectónica, como si de un recorte de ciudad canónica se tratase, compuesta por la plaza, el edificio y la medianera.

La plaza como espacio público diluye los límites entre el interior y exterior, abocándonos a un espacio oscuro y brillante.

La restauración como idea proyectual, demanda su interés y se muestra capaz de no ser solo excusa, sino también sistema para desarrollar propuestas que hagan dialogar pasado y presente.

La medianera como espacio olvidado aparece en oposición al espacio vacío. Si la plaza se plantea como un territorio diáfano, donde la topografía cuidada permite su uso como lugar de paso y reunión, la medianera en cambio se reprograma como el espacio olvidado que necesita un nuevo uso. Ésta se torna protagonista en la ciudad que nos plantean los arquitectos suizos, donde no solo el verde tiene una superficie casi equiparable al frente de fachada, sino que el jardín desaparece del plano horizontal para formar parte de la escena vertical. El jardín pasa a ser obra de arte, un reclamo que cuenta al usuario el programa del edificio principal. Es pieza clave y definitoria del nuevo espacio urbano. El jardín como icono. Una porción de lienzo verde con más interés que el simple jardín que parece ser.

Al contemplar la relación que existe entre paisaje, arquitectura y espacio urbano descubres el meta-interés de esa porción de verde que -eso sí- jamás podré decir que es sostenible.

Los límites interior-exterior se diluyen en un atmósfera acuosa.

Gente sentada en el Caixaforum Madrid. Foto de David Jiménez arquitecto

La plaza pública

jardin vertical caixaforum madrid

Detalle medianera

Vivienda particular del arquitecto F. O. Gehry

Vivienda particular de Frank Gehry

Toyo Ito Mediateca de Sendai

Mediateca de Sendai, Toyo Ito.

×