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JardinesReflexiones

¿Cómo transformar parte de un jardín en vivienda?

By 16 marzo, 2014octubre 14th, 2020No Comments

Reconozco que suelo consumir bastante arquitectura de forma rápida, como aquel que ojea revistas de moda o lee el periódico. Al fin y al cabo son signos de estos tiempos. Todo va excesivamente rápido y acceder a cultura es cada vez más sencillo. Luego está por otro lado el eterno debate sobre qué filtrar, pero eso lo dejamos para otro día.

Hoy lo que os traigo es esta vivienda de  Bureau de Change Design Office. Os preguntaréis qué tiene de especial. Lo cierto es que muchas cosas y ninguna a la vez. Quizás sea por mi formación como arquitecto que intento hacer dialogar contantemente el paisaje con la arquitectura. Puede que sea mi mayor logro, quién sabe. En cualquier caso, hace unos días vi esta casa en uno de esos momentos que os comentaba. Entre cafés y bollería recién hecha me mesaba la barba cuando al verla recordé al instante la casa F de Joaquín Alvado. Fue un flash de esos que te llevan a otro lugar. Concretamente a la vivienda que este arquitecto (con el que tuve el lujo de trabajar años atrás J) realizó en 2009 en Alicante.

¿Qué similitudes tiene? Más allá del formalismo, del que dista bastante y que único punto común podría ser la limpieza de la planta. Ambos proyectos trabajan el jardín como escenario y las dos viviendas introducen el paisaje en el interior. Quizás la de Alvado de una manera más evidente y directa.

Poniéndonos en antecedentes, el proyecto de Bureau de Change Design Office consiste en la reforma de una vivienda victoriana del siglo XVIII que pretende ampliar la planta baja ganando superficie y continuidad al resto de la vivienda.

Es entonces cuando descubres que lo que busca el proyecto no es ampliar la vivienda hacia el jardín, sino introducir el jardín en la vivienda. ¿Cuál es la diferencia? Si nos fijamos en las imágenes, la nueva distribución mantiene los muros de fábrica de ladrillo. De esta manera se continúa la esencia del courtyard exterior en el interior de la vivienda. Quizás la idea con la que trabajaron en Bureau de Change fue más con introducir algún contrapunto entre las líneas rectas y sobrias de la decoración actual y la rugosidad del ladrillo envejecido. Si fue así, lo que no hay duda es que también han conseguido extender el jardín hacia dentro, ayudando además con los lucernarios perimetrales.

Esta manera de trabajar el paisaje como el negativo de la reforma, construye una situación ambivalente en la que lo dentro está fuera y lo fuera dentro. Esto se consigue gracias a una fachada completamente abierta al jardín que configura el jardín como una escenografía perfecta. Lo que ocurre dentro, ocurre fuera y al revés.

No voy a entrar en el jardín, al fin y al cabo es un jardín sobrio de pradera de césped y seto perimetral. Si que es de destacar la intención de “hogarizar” la valla mediante el uso de la tarima de madera. Este gesto tampoco es baladí, puesto que nos habla de los mismo, si en el interior el muro de ladrillo cobra importancia, en el exterior la madera revaloriza la vista.  El proyecto, se resume por tanto en coser el interior y el exterior pero destacando (al menos de manera sutil) esas costuras.

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